En la propia mecánica procesal de un asunto aparece a menudo la figura del perito que aporte su informe técnico o su opinión testifical en un juicio. Resulta conveniente para el perito conocer las etapas en el proceso judicial, los plazos, las fuentes de referencia, etc. En resumen, saber dónde se maneja en asuntos tan diferentes del propio pero tan inherentes a la realización de su trabajo.
Fuera ya del ámbito puramente procesal, donde una correcta simbiosis con un abogado será muy beneficiosa, hay todo un abanico de legislación que conviene conocer:
- Ley de Enjuiciamiento Civil
- Código Penal (en sus apartados competentes)
- Ley Orgánica de Protección de Datos
- Reglamentos de Medidas de Seguridad
- Ley de Servicios de la Sociedad de la Información
- Ley de Sostenibilidad
- …
Ésa es la fuente, en la experiencia, en la que una correcta mecánica general tanto en fondo como en forma redundará en una calidad mucho mayor del informe pericial y, por tanto, del trabajo realizado.