A medida que el tamaño de las empresas crece se hace imprescindible mantener la información actualizada, única, accesible a través de una herramienta que nos permita tomar decisiones conforme a la información generada.
Un ERP es, del inglés, un Enterprise Resource Planning o Gestor de Recursos Empresariales, en castellano. Cuando las hojas de cálculo, las bases de datos y los pequeños programas a medida parece que se quedan cortos, otras veces cuando la competencia acomete el estudio y elección de un ERP, cuando el volumen a manejar es grande o cuando hay que tomar decisiones conforme a información válida rápida y con acceso concurrente, entonces la empresa estudia la elección de un ERP.
Y hay casas, de todo tamaño y color, online y offline. Todos los comerciales son fantásticos. El producto es maravilloso. Siempre. Vienen los de Sage, con su Logic Class, y el partner de Navision (ahora Microsoft Dynamics Nav), o el de SAP, y el de MIC2000 y así, varios.
Nadie piensa en contratar un especialista que estudie la empresa y, de manera objetiva e imparcial, asesore qué ERP es el que más se adecúa a las necesidades actuales o al sector de actividad en concreto asesorando en la elección
Desgraciadamente las desaveniencias entre empresa y partner, entre proveedor y cliente a veces llegan. Hay problemas de entendimiento, de plazos, de adecuación, adaptación, implantación, formación o consultas. No hay un canal más cerca del cliente o del proveedor. Parece que se hablan diferentes idiomas.
En último término llegan las amenazas y las demandas civiles.
Porque nadie pensó en contratar un Analista de Sistemas a tiempo.